jueves, 30 de octubre de 2008

“Una sociedad que solo transmite el mismo casete desde hace generaciones, no puede darse el lujo de escuchar otra voz, aun que tenga razón” (Abel Dese


Los seres humanos creamos cultura. Nuestras formas de pensar, de sentir y de actuar, la lengua que hablamos, nuestras creencias, la comida y el arte, son algunas expresiones de nuestra cultura.
Este conjunto de saberes y experiencias se transmite de generación en generación por diferentes medios. Los niños aprenden de los adultos y los adultos de los ancianos. Aprenden de lo que oyen y de lo que leen; aprenden también de lo que ven y experimentan por sí mismos en la convivencia cotidiana. Así se heredan las tradiciones.
Mediante la transmisión de sus costumbres y tradiciones, un grupo social intenta asegurar que las generaciones jóvenes den continuidad a los conocimientos, valores e intereses que los distinguen como grupo y los hace diferentes a otros.Conservar las tradiciones de una comunidad o de un país significa practicar las costumbres, hábitos, formas de ser y modos de comportamiento de las personas.

viernes, 24 de octubre de 2008

lunes, 20 de octubre de 2008

“El diablo y Dios son reales. Solo necesitan una mente para existir”. (Abel Desestress)


“La naturaleza de la vida, nada exige a tu existencia, solo tú eliges vivir fuera de ella”। (Abel Desestress)
RELIGION; CONCIENCIA O MENTE

“El nivel de identificación que tenemos con la cultura que hemos vivido no sólo condiciona nuestros pensamientos, sino que también rige los patrones de actividad neuronal”.

Los mitos, traducidos en doctrinas y prácticas rituales, constituyen arquitecturas mentales imprescindibles sin las cuales no es posible vivir para la mayoría de los humanos. Este fundamento es el que permite que la creación del mito o mito-cultura sea un producto de la mente humana orientada al propósito de la supervivencia del individuo y del colectivo humano.

Hoy en día se han buscado incluso las bases genéticas que estarían en la raíz evolutiva de los comportamientos religiosos. En todo caso, lo que estos hechos neurológicos, e incluso genéticos, muestran, que lo religioso ha sido y sigue siendo un importante factor que inevitablemente se plantea siempre en la vida, acabando por aflorar, y obligándonos a tomar ante el una decisión personal.

La llamada neuroteología o neurología mística o religiosa (estudiada en España, entre otros muchos, por neurólogos como F. J. Rubia o Francisco Mora) es hoy una temática científica que responde a evidencias objetivas y no tiene nada que ver con todo aquello que pudiéramos calificar en general como “esotérico”. Evidencias científico-neurológicas permiten constatar que las representaciones y emociones religiosas (y, más ampliamente, conectadas con lo metafísico, lo filosófico, lo cósmico …) se producen neuronalmente por activación de ciertas localizaciones corticales precisas entre los lóbulos frontales, temporales y el sistema límbico.

Cuando el hombre piensa en lo filosófico, en lo metafísico, en lo religioso y se ve embarcado en emociones que lo conectan místicamente con la Unidad del Universo, se activan en su cerebro ciertas áreas y estructuras que recibidos por herencia de la especie. Estas funciones han sido construidas poco a poco desde la evolución del hombre primitivo y pueden estar activadas o inhibidas en el hombre actual: pero están siempre ahí y pueden dispararse en cualquier momento activadas por las circunstancias de la vida.

Los experimentos realizados con personas de ámbitos culturales opuestos (occidental americano versus extremo oriental) han determinado que la construcción social de la realidad que compartimos de forma memética (injertada y ajena a nuestra realidad) a lo largo de nuestra vida produce la actividad de nuestro cerebro. Los occidentales, por ejemplo no estamos tan acostumbrados a las actividades interdependientes como los orientales, y los orientales no tienen tan desarrollado su capacidad de actuar autónomamente, con independencia y libertad.

Newberg y D'Aquili consideran que existen cuatro áreas de asociación que manifiestan un protagonismo especial en las experiencias religiosas profundas:

- Área de Asociación Visual
- Área de Orientación y Asociación
- Área de Atención y Asociación
- Área Verbal-Conceptual de Asociación, o “TPO junction” porque se situa en el punto de contacto de los lóbulos Temporal, Parietal y Occipital.

De hecho, el lóbulo temporal merece mucha atención en estudios de estados mentales singulares relacionados con la mística y los estados alterados de la conciencia (ASC). Tal como lo planteó Michael Persinger, la amígdala y el hipocampo están asociados con el sentido del “yo” en relación con el espacio-tiempo y sus límites, de acuerdo con su memoria y sus afecciones primarias.

De esta forma se ha llegando a la conclusión de que cuanto más identificado está uno con su recorte psicológico del inconsciente colectivo, mayor es la dificultad de salirse de dicho recorte. Es un fenómeno que viene asociado a la supervivencia, en cuanto que la cultura propia, en el medio inmediato que le envuelve, lo identifica como persona y le permite reforzarse para sobrevivir en un medio hostil.

Pero usted puede seguir preguntandose que fue primero

“El huevo o la gallina”

Que es igual a peguntarse si su cerebro evoluciono en millones de años condicionado…?. O usted solito razono la existencia de Dios.
“Sin pensar, siempre sera mas facil creer en Dios” (Abel Desestress)

lunes, 13 de octubre de 2008

lunes, 6 de octubre de 2008