No cambio la tristeza de mi corazón por la alegría de la gente, ni mis ocultas lágrimas por una sonrisa. Prefiero que mi vida sea una lágrima y una sonrisa.
Una lágrima que purifique el corazón, me revele los secretos de la vida y su oculto sentido, y una sonrisa que me acerque a los humanos.
Una lágrima con la que pueda acompañar a los desdichados, y una sonrisa que simbolice mi alegría en la vida.
Quiero morir anhelante y no vivir en el tedio.
Deseo que haya en las profundidades de mi alma, sed de amor y belleza; porque miré y ví que los satisfechos son miserables esclavos de la materia; y escuché y oí que los suspiros del anhelante son más dulces que la mejor música.
Llega la tarde, la flor recoge sus pétalos y duerme abrazada a su deseo; cuando llega la aurora, abre sus labios para recibir el beso del sol, porque la vida de las flores es deseo y encuentro, lágrimas y sonrisa.
Las aguas del mar se evaporan para convertirse en nubes que vagan sobre montes y valles, al encontrarse con el viento, caen llorosas sobre los campos, y luego, se unen a los ríos; al final de la jornada, vuelven a su patria, que es el mar. La vida de las nubes es separación y encuentro, lágrimas y sonrisa.
Así, el alma... se separa de Dios y camina en el mundo de la materia, luego pasa cual nube sobre la montaña de la tristeza y los valles de la alegría, y después, al encontrarse con los vientos de la muerte, regresa a su lugar de origen: al mar del amor y de la belleza... a Dios!
Una extraña sombra
crece sobre nosotros.
El hombre muestra
que su evolución
es solo un narcisismo competitivo.
El valor mas
importante de
su existencia
no anida en
sus prioridades.
Escudado en Dioses, tradiciones y mitos
solo gira sobre si mismo.
Ha perdido la brújula
de su propio camino
Y cuando el final
se acerca, solo reniega
de lo que nunca
se atrevió a efectuar.
PENSAR POR SI MISMO Y PREGUNTARSE
Como, Porque, Para que, existo…?
1 comentario:
ALEGRÍAS Y TRISTEZAS
No cambio la tristeza de mi corazón
por la alegría de la gente,
ni mis ocultas lágrimas por una sonrisa.
Prefiero que mi vida sea una lágrima y
una sonrisa.
Una lágrima que purifique el corazón,
me revele los secretos de la vida y
su oculto sentido,
y una sonrisa
que me acerque a los humanos.
Una lágrima con la que pueda acompañar
a los desdichados,
y una sonrisa
que simbolice mi alegría en la vida.
Quiero morir anhelante
y no vivir en el tedio.
Deseo que haya en las profundidades de mi alma,
sed de amor y belleza;
porque miré y ví que los satisfechos
son miserables esclavos de la materia;
y escuché y oí que los suspiros del anhelante
son más dulces que la mejor música.
Llega la tarde, la flor recoge sus pétalos
y duerme abrazada a su deseo;
cuando llega la aurora, abre sus labios
para recibir el beso del sol,
porque la vida de las flores
es deseo y encuentro, lágrimas y sonrisa.
Las aguas del mar se evaporan para
convertirse en nubes que vagan
sobre montes y valles,
al encontrarse con el viento,
caen llorosas sobre los campos,
y luego, se unen a los ríos;
al final de la jornada,
vuelven a su patria, que es el mar.
La vida de las nubes es
separación y encuentro,
lágrimas y sonrisa.
Así, el alma... se separa de Dios
y camina en el mundo de la materia,
luego pasa cual nube sobre la montaña
de la tristeza y los valles de la alegría,
y después,
al encontrarse con los vientos de la muerte,
regresa a su lugar de origen:
al mar del amor y de la belleza... a Dios!
Kalhil Gibran
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